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La ciencia detrás de las emociones: el cerebro en acción

Descubre cómo las experiencias modelan nuestro estado interno y emocional

Esta semana se ha celebrado el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, por este motivo, queremos aprovechar para hablar sobre un tema que es fundamental en la ciencia, pero que también nos afecta a todos en nuestra vida cotidiana: las emociones

Las emociones son como un lenguaje secreto que nuestro cerebro utiliza para comunicarse con nosotros. Aunque a veces nos parezcan confusas o difíciles de gestionar, son señales importantes de lo que está ocurriendo en nuestro cuerpo y en nuestra mente. 

¿Alguna vez te has sentido feliz y triste al mismo tiempo? O, quizás, durante una discusión con un amigo mientras jugábais, sentiste cierta ira y, a la vez, tristeza. Es completamente normal sentir emociones entrelazadas, y la razón de esto está en cómo funciona nuestro cerebro


¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando sentimos emociones? 


El cerebro es el centro de control de todas nuestras emociones. Cuando experimentamos alguna situación que nos afecta, como por ejemplo un conflicto con una amiga o un momento divertido, diferentes partes de nuestra mente se activan.

Por ejemplo, la amígdala, que es como una especie de "sensor de alerta" de emociones, se activa rápidamente ante situaciones que nos generan miedo, ira o sorpresa. Sin embargo, cuando sentimos felicidad, es una parte diferente del cerebro: es el córtex prefrontal el que está más involucrado. 


Imagina que estás en las colonias escolares de Edulònia… Estás jugando con tus amigos, pero de repente, alguna cosa no sale como esperabas y empiezas a sentir angustia y frustración. Este malestar lo procesa la amígdala, pero también, si te tomas un momento para ti, para reflexionar sobre lo que te está pasando, tu córtex prefrontal te ayuda a decidir cómo reaccionar de forma más calmada. Este es el primer paso para gestionar tus emociones: reconocer lo que estás sintiendo y entender de dónde viene


¿Por qué nos sentimos de esta manera?


Nuestras emociones surgen por un conjunto de señales que nuestro cerebro recibe de nuestro cuerpo y del entorno que nos rodea. Por ejemplo, si estás jugando un partido y un compañero no pasa la pelota cuando más lo necesitas, puedes sentirte decepcionado. Esta emoción es una reacción natural que nos ayuda a afrontar situaciones que nos generan incomodidad. El problema es que, a veces, cuando no sabemos gestionarlo, podemos reaccionar de manera impulsiva y desproporcionada, lo que puede empeorar la situación.


La diferencia entre pensamientos, sentimientos y emociones


Es importante entender la diferencia entre pensamientos, sentimientos y emociones, porque muchas veces están conectados. Los pensamientos son ideas que pasan por nuestra cabeza; por ejemplo: "me siento mal porque no hemos ganado el partido". 

El sentimiento es una sensación que puede durar un poco más de tiempo, como la tristeza que puedes sentir después de vivir alguna experiencia que no ha salido del todo bien. Y las emociones son respuestas más inmediatas y automáticas, como la ilusión que sientes cuando una amiga te dice que se lo pasa muy bien jugando contigo.

Es muy común que estas 3 experiencias sensoriales y cognitivas se fusionen, por eso a veces nos podemos llegar a sentir confundidos. Por ejemplo, en las colonias escolares, puedes sentir felicidad por estar con tus amigos, pero al mismo tiempo sentir añoranza por echar de menos a tu familia. Estas dos emociones opuestas pueden coexistir.


¿Por qué durante los primeros años es más difícil reconocer nuestras emociones?


Cuando somos pequeños, nuestro cerebro empieza a aprender a identificar y entender las emociones. En los primeros años de vida, el cerebro no tiene todavía las herramientas necesarias para procesar de forma clara lo que sentimos. En esta etapa, el cerebro está aprendiendo a gestionar las emociones. Los niños no siempre saben qué sienten, por lo que a veces lloran o gritan, porque todavía no han desarrollado la capacidad para poner palabras a lo que sienten.

A medida que crecemos, vamos aprendiendo a reconocer nuestras emociones y las canalizamos de una forma más equilibrada. Vamos entrenando esta capacidad mediante actividades educativas, y aprendemos a autogestionarnos emocionalmente. 

De hecho, las colonias escolares son un excelente espacio para esto, porque nos permiten estar con otros niños y niñas, y nos ayudan a identificar lo que sentimos y también a empatizar con lo que pueden estar sintiendo los demás. A través de juegos, actividades, conversaciones con los monitores y educadores, vamos mejorando nuestra inteligencia emocional, lo que nos ayuda a tener una mejor regulación y gestión de lo que pasa por dentro.  




¿Cómo las colonias escolares ayudan a gestionar las emociones?


En las colonias escolares, los alumnos tienen la oportunidad de vivir experiencias que les enseñan a gestionar sus emociones de forma práctica. Ya sea jugando en equipo, resolviendo conflictos o incluso trabajando en proyectos. Las colonias proporcionan un ambiente supervisado donde los niños y las niñas pueden experimentar diferentes emociones y aprender a reconocerlas. Además, los monitores y educadores juegan un papel fundamental en ayudar a los estudiantes a hablar sobre lo que sienten y comprenden por qué reaccionan de esta manera ante determinadas situaciones. Este tipo de actividades ayuda a crear una base sólida de inteligencia emocional, que nos será útil para toda la vida.


La importancia de reconocer y canalizar las emociones


Es imprescindible que aprendamos a identificar nuestras emociones y gestionarlas de manera sana. La educación emocional nos permite ser más conscientes de lo que sentimos, pensamos y hacemos; nos ayuda a tomar decisiones más equilibradas y tener relaciones más sanas con los demás. Saber gestionar nuestras emociones nos da más perspectiva y margen de mejora sobre nuestra vida y nos ayuda a afrontar los retos de una forma más tranquila. Como todo, esto se aprende con práctica y dedicación. ¡Es como entrenar el cerebro para estar más fuerte! ;)


Las emociones son esenciales


Las emociones son una parte fundamental de nuestra vida. Nos ayudan a conectar con nosotros mismos y con los demás, pero también pueden generar confusión si no las acabamos de entender. Es muy importante educarnos para reconocer lo que sentimos, comprender por qué lo estamos sintiendo y aprender a gestionarlo de forma efectiva. En las colonias escolares de Edulònia, los niños tienen las herramientas necesarias para entender las emociones, cosa que les permitirá afrontar la vida con mayor equilibrio y armonía. Al final, entrenar nuestra inteligencia emocional nos ayuda a estar más seguros de nosotros mismos, tomar decisiones más sabias y vivir de manera más auténtica. 

13 Feb 2025